Paisaje
Las tierras de Algatocín se extienden de este a oeste a lomos de la sierra que separa los ríos Genal y Guadiaro, entre lomas de pinos, castaños, alcornoques y encinas.
En el Valle del Genal el visitante puede contemplar un caso singular de integración entre el aprovechamiento humano del territorio y su medio natural. Los usos humanos, tanto en los espacios edificados como en el territorio, son generalmente un extraordinario ejemplo de respeto a la Naturaleza.
El urbanismo popular de la montaña mediterránea andaluza, rezuma en estos pueblos sabor a historia, que es sobre todo árabe, en sus callejas, a menudo angostas, tortuosas y empinadas, para adaptar las casas a los accidentes del terreno.
El paisaje humano lo contemplan pequeños huertos familiares que cubren pequeñas terrazas o fondos de los estrechos valles. Es la integración entre el hombre y el medio lo que constituye uno de los principales encantos del Valle del Genal.